Sorpresa! A principios de Noviembre se ha efectuado una TALA (corte por su base) de todos los árboles situados en la acera derecha del Pº Anselmo Clavé y algunos de la izquierda.
Los árboles no mostraban ninguna enfermedad ni anomalía aparente, habiendo sido árboles de cierta antigüedad, ornamentales (Guindo, familia del Prunus Cerasus) de copa no muy ancha, de follaje vistoso y colorido, floración primaveral y que no afectaba al solado de las aceras.
Lo habitual era una PODA anual para eliminar las ramas superfluas pero esta vez la poda ha sido radical, absoluta y definitiva. Sondeados los comercios y vecinos circundantes, todos desconocen el motivo de tal acción.
Consultado el Ayuntamiento, su responsable indica que tal decisión obedece a que varios de ellos estaban enfermos (?) y a las quejas recibidas de los comerciantes (?) por la suciedad, mal olor, manchas, etc. pero que después de apeados serán reemplazados por otros iguales a los existentes en el margen izquierdo.
Asombro! Con la que cae y el déficit municipal, todavía tenemos dinero para estas arbitrariedades pues ni es primera necesidad, ni hay peligro, precisando la remodelación de las aceras después de extraer el tocón.
Pero no debemos preocuparnos, parece que se ha recibido una subvención por parte de la Diputación dirigida a los jóvenes pero que se destinará a esta finalidad.
Dudas! ¿Alguien sabe que enfermedades tenían? (los fotos de sus troncos rebosan salud y vigor). ¿Qué comerciantes quejosos tienen tal exceso de sensibilidad olfativa o estética como para arropar un dispendio de este calibre? ¿Es prioritaria esta actuación teniendo un Pº de la Riera y aledaños que parece una selva amazónica, mal oliente y un zoológico de roedores? ¿El desvío de la subvención destinada a la juventud para no repercutir el gasto a la ciudadanía aporta más valor añadido y satisfacción que un empleo racional para un colectivo tan castigado? ¿Cuál es el coste detallado de esta operación, apeo, replantado, especie, obras, etc. y ventajas? ¿Cuántos veranos pasaran antes de volver a tener una sombra que sirva de refugio? ¿Existe alguna razón capaz de justificar esta incongruencia con argumentos aceptables?